¿Pensando hacer una auditoría en tu empresa? ¿Nunca has realizado auditorías en tu negocio? Someter a tu empresa a una auditoría te aportará enormes beneficios como, por ejemplo, saber que las cuentas están bien realizadas, revisar el estado exacto de los datos contables o mejorar aquellos procedimientos internos para que la empresa crezca, entre otras cosas. Tengas o no la obligación de realizar una auditoría, te recomendamos hacerla sí o sí una vez al año.
Desde LOMUG te vamos a explicar la importancia que tiene la auditoria en la empresa. Para ello, te contamos qué es la auditoría y cuándo se deben realizar.
¿Qué es la auditoría?
La auditoría consiste en realizar una revisión financiera, contable, administrativa y laboral en una empresa para comprobar que se están cumpliendo con los criterios que se habían establecido previamente. El objetivo es revisar los protocolos y procedimientos de la empresa para detectar posibles fraudes y errores, así como para imponer mejoras allá donde se necesiten. Es importante que la auditoría sea realizada por una persona que tenga experiencia en este sector, es decir, que sepa analizar, revisar y comprobar los datos financieros, contables, administrativos, laborales… También es esencial que esa persona sea totalmente objetiva para reflejar la realidad en la auditoría.
La auditoría puede ser externa o interna. Hablamos de auditoría externa cuando la realiza una entidad pública o privada ajena a la empresa. Por el contrario, por auditoría interna se refiere a la realizada por la propia empresa.
Normalmente, la auditoría que más se realiza, ya sea externa o interna, es la financiera ya que se encarga de analizar las diferentes transacciones realizadas por la empresa. De esta forma, se conseguirá saber cuál es el estado financiero de la empresa, si existen errores o irregularidades y, en caso afirmativo, subsanarlos.
¿Cuándo realizar las auditorías?
Muchas empresas no tienen la obligación de realizar una auditoría. En esos casos sería de carácter voluntario, aunque se recomienda hacerlas para garantizar que las cuentas anuales y la información contable sean reales, correctas. En cambio, otras empresas están obligadas a someterse a auditoría. Esto ocurre cuando se dan alguno de los siguientes casos:
- Cuando la empresa se dedica a la intermediación financiera.
- Cuando, durante un ejercicio social, la empresa hubiera recibido subvenciones o ayudas con cargo a los presupuestos de las Administraciones Públicas o a fondos de la Unión Europea por un importe total acumulado superior a 600.000 euros.
- En sociedades mercantiles, que durante dos ejercicios consecutivos al menos se den dos de las siguientes circunstancias: que el total de las partidas del activo supere 2.850.000 euros; que el importe neto de su cifra anual de negocios supere 5.700.000 euros; que el número medio de trabajadores empleados durante el ejercicio sea superior a 50.
- En el caso de las fundaciones, cuando ocurra al menos dos de las siguientes circunstancias a la fecha de cierre del ejercicio: que el total de las partidas del activo supere 2.400.000 euros; que el importe neto de su volumen anual de ingresos por la actividad propia más, en su caso, el de la cifra de negocios de su actividad mercantil sea superior a 2.400.000 euros; que el número medio de trabajadores empleados durante el ejercicio sea superior a 50.
- Empresas donde los socios que representen al menos el 5% del capital pidan una auditoría de las cuentas anuales.
¿Necesitas más razones para hacer una auditoría en tu empresa?